La Leyenda del temido Coco.

A veces es fascinante ver como una historia creada por alguien se convierte en una leyenda urbana, pero cuando esa historia pasado los siglos continua bien arraigada en la cultura popular de muchos y variados países, es algo sorprendente.

El Coco o Hombre del Saco no es algo solo nuestro, tiene algún que otro siglo de historía tanto en Europa, Latino-América, como diferentes países Árabes. Se representa de maneras algo distintas en su forma, pero en el fondo su objetivo siempre es el mismo, el de castigar a los niños que no hacen caso a sus padres.

A el Coco normalmente se le representa como un hombre con un largo sayo, encapuchado para ocultar su rostro monstruoso. Su modus operandi en general es el de merodear por las calles oscuras de noche en busca de esos niños que se portaron mal o que no hicieron caso a sus padres. "Si no te comes la verdura vendrá el Coco y te comerá" o "hoy te estas portando muy mal, llegará el hombre del saco y te llevará" son algunas de las típicas amenazas. El Coco tiene una historia muy triste y traumática, ya que de recién nacido fue asesinado por su madre nada más nacer, por eso ahora se aparece con forma adulta para atormentar y focalizar sus iras en los niños más pequeños. El lugar de donde se esconde el Coco difiere dependiendo del país, aunque lo más extendido es que vive debajo de las camas de los niños y niñas.

Durante los tiempos de las cruzadas, los musulmanes ya hablaban a sus niños de Melek-ric, inspirado en la figura del Rey Ricardo Corazón de León que llegaría para llevarse a los niños desobedientes como esclavos durante toda la eternidad. En Luxemburgo el Housecker secuestra a los niños, los mete en un saco y les sacude con una vara de madera en el culo. Bien curiosa es la visión holandesa del Coco, ya que allí le llama Piet Zwart, algo así como Pedro Negro, que rapta a los niños malos para luego arrojarlos al mar negro o llevárselos, ojo con esto, a España. En la cultura anglosajona se habla y explica a los niños que el Coco, llamado Boogieman y que es considerado un diablo, espera agazapado debajo de la cama o en un armario a que el niño se duerma, para poder asustarlo. También se dice que puede esperarlo fuera, cerca de su ventana y que cuando duerme lo despierta arañando el cristal.

Nos pasamos nuestra niñez oyendo hablar del Coco, sin saber que detrás de él hay una historia macabra que se repite aquí y allá, digna de cualquiera de las grandes historias de terror.


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