Relatos Pandereta: No te asomes a la ventana.

(Inspirado en hechos reales):

Claire es una ama de casa y madre hiperactiva, vive junto a su marido Stan y su hija de 8 años Amanda a las afueras de la ciudad en una típica casa con porche en la entrada, jardín trasero y guardilla. Claire ocupa su tiempo cuidando de su hija y trabajando en un proyecto de futuro para montar un negocio propio, mientras tanto se ocupa también de presidir el consejo de padres del colegio de Amanda y el consejo de vecinos del barrio.

Stan estaba de viaje de negocios en la otra punta del país con unos inversores muy importantes, por lo que la mañana empezó intensa. A la carrera que supuso preparar a Amanda y llevarla al colegio a la hora, le seguía una importante reunión en el consejo de vecinos donde debían decidir cual iba a ser la estrategia a seguir por los vecinos que estaban en contra de un nuevo proyecto en el centro del barrio, que supondría la construcción de un centro comercial en lugar del proyecto original que preveía la construcción de un gran parque público con muchos árboles y actividades para pequeños y mayores. A la salida Claire volvió al colegio de Amanda para empezar a dirigir junto con los demás padres la preparación de la fiesta de Halloween del colegio que tendrían baile, juegos e incluso un espectáculo "terrorífico" para niños. Tras la reunión con los padres le tocó recoger a Amanda y volver a casa para preparar la comida y comer. La tarde no iba a ser menos intensa ya que después de una merecida siesta... corta pero merecida... Claire se llevó a Amanda de compras al supermercado y luego al parque para que la pequeña pudiera divertirse junto a sus amigos y amigas del colegio. De allí de nuevo a casa para preparar la cena, cenar y rezar para que Amanda se durmiera pronto. Afortunadamente para una Claire agotada Amanda cayó rendida y entonces Claire pudo dedicarse a su ambicioso proyecto profesional durante un rato.

Claire se había dormido en la cama con su libreta en el regazo y la luz de la mesita de noche encendida, cuando Amanda la despertó:
- Mamá, mamá hay un hombre mirando en mi ventana.
Claire se despertó e intentó tranquilizar a Amanda:
- Tranquila mi niña, habrá sido una pesadilla, nada más.
- ¿Mamá puedo dormir contigo esta noche?
- Mmmm... bueno pero solo por esta noche ¿de acuerdo?.

A la mañana siguiente de nuevo la misma historia pero en lugar de reuniones esa mañana después de dejar a Amanda en el colegio, tocaba entrevistarse con funcionarios del ayuntamiento para aclarar y estudiar una serie de gestiones relacionadas con ese proyecto en el que Claire estaba trabajando. Tras visitar por la tarde a los abuelos se pusieron de vuelta a casa para cenar y esperar a que Amanda se durmiera. Esa noche Claire volvió a quedarse dormida cuando Amanda la volvió a despertar:
- Mamá, mamá el hombre de anoche vuelve a estar mirando en mi ventana.
Claire se despertó, miró la hora del despertador que marcaba las 23:49 y le dijo a Amanda:
- Mi niña, te dije que no era nada, solo una pesadilla, en tu ventana no hay nadie no debes preocuparte por ello.
- Si que lo hay mamá, ¿puedo quedarme contigo esta noche?
- Súbete, pero ahora mamá va a ir a tú habitación para demostrarte que no has de tener miedo alguno y de vuelta iremos juntas a dormir a tú cama.
Claire se levanto y se dirigió a la habitación de Amanda, al llegar el punto de luz que cada noche dejaba encendido en la habitación seguía iluminando. Recogió un poco su habitación, rehizo por encima su cama y cuando terminó echó un vistazo a la ventana de la habitación que tenía la cortina corrida. Se acercó, retiró la cortina y miró a través de la ventana. Al otro lado la calle parecía tranquila, los vecinos seguro que dormían a esas horas por lo que lo normal era no encontrar a nadie pero algo llamó la atención de Claire y que en su primer vistazo no supo darse cuenta de ello. En una farola que alumbraba a pocos metros de la ventana se podía apreciar la figura de un hombre. Claire intentó ver quién era pero tenía la cabeza tapada con una capucha que solo dejaba ver la boca de ese hombre. Claire en un principio se asusto y por precaución fue a buscar el teléfono para llamar a la policía. Antes de realizar la llamada volvió a asomarse y en esa farola ya no había nadie. Al no quedarse tranquila fue hacia su habitación donde Amanda seguía despierta esperando a su madre. Intentó no asustar a Amanda mientras comprobaba en la consola de la alarma que tenía justo al lado de la cama estaba correctamente conectada:
- ¿Que pasa mamá?
- No... nada todo está bien mi niña... ya te dije que no había nada. Tú sigue esperándome que voy a revisar una cosa y vuelvo contigo.
Claire volvió a la habitación de Amanda con el teléfono aún en la mano y retiró la cortina para asomarase de nuevo. En el mismo instante que retiró la cortina ¡¡¡la cara de ese hombre encapuchado estaba justo delante de ella esbozando una sonrisa aterradora!!! Claire grito del susto y mientras caminaba hacia atrás cayó al suelo. ¡Aquello era imposible! la ventana estaba en el primer piso, ¡¿como era posible que ese hombre estuviera delante mismo de la ventana?! Las luces se apagaron de golpe como si se hubiera cortado la corriente, Claire corrió hasta su habitación donde Amanda ya empezaba a estar asustada, cerró la puerta de la habitación y descolgó el teléfono que aún llevaba bien agarrado con la intención de llamar a la policía. El corte de luz parecía haber afectado también al teléfono por lo que lo dejó y corrió a llamar por su móvil. Al descolgar y marcar no parecía haber tono, pero algo se apreciaba entre las interferencias. Claire se acercó el móvil al oído para saber que era eso extraño y escuchó: "Vengo a llevármela", era una voz grabe que susurraba entre las interferencias, entonces Claire entendió que aquel extraño hombre venía a llevarse a Amanda. En ese instante la alarma empezó a sonar, había saltado la alarma de la puerta principal según el panel de la habitación, acto seguido sonó la alarma de la cocina y del baño de la planta baja... aquello era una locura. Claire agarró a Amanda entre sus brazos y la levantó de la cama, fuera lo que fuera estaba dentro de casa por lo que salir de la habitación podía ser peligroso. Decidió esconderse con Amanda en el armario de la habitación. Allí estuvieron un buen rato escondidas escuchando la alarma sonar constantemente. Claire esperaba que ese sonido estridente despertara como mínimo a algún vecino que pudiera venir a ayudarlas, pero no venía nadie. En mitad de la oscuridad del armario buscó su móvil pero no lo encontraba, al mirar entre las rendijas de la puerta del armario lo vio tirado justo delante del armario, Claire decidió abrir la puerta del armario y alargar el brazo para recuperar su móvil e intentar llamar de nuevo. La alarma se desconectó y un silencio eterno se hizo en toda la casa, Claire quedó paralizada unos segundos pero al recuperarse se estiró y cogió el móvil. Una mano agarró el brazo de Claire muy fuerte a la vez que una voz aterradora gritó: "¡¡¡ES MÍA!!!" Claire gritaba asustada, Amanda estaba aterrada y agarraba a su madre mientras gritaba: "¡¡¡MAMÁ, MAMÁ!!!, cuando la luz se hizo un agente de policía apareció en la habitación. Claire y Amanda estaban en shock mientras el agente y su compañero intentaban calmarlas.

Al llegar a la comisaria la policía les explicó que la central de alarmas les comunicó la emergencia al saltar de golpe todas las alarmas de casa y al no contestar en casa ni a su móvil. Llamaron a Stan pero como no estaba en la ciudad activaron el protocolo de emergencia y enviaron a una patrulla cercana. En la casa no encontraron a nadie y por lo visto las alarmas saltaron sin haber sido forzadas ni puerta ni ventanas. Claire denunció que había encontrado a un hombre que presumiblemente había estado espiando la ventana de su hija dos noches y que ella aseguraba haber visto. A las pocas horas Stan llegó a comisaria tras tomar un vuelo de última hora. Tras unos días la policía creyó conveniente informar a Claire y Stan que en los últimos meses se había denunciado una serie de desapariciones de niños y niñas en extrañas condiciones, que tenían como nexo de unión un hombre que espiaba desde la calle las ventanas de los crios y que ellos habían visto días u horas antes en plena madrugada.

Después de aquello ninguno de los tres pudieron seguir viviendo en aquella casa, Stan fue ascendido y pudo pasar más rato con su familia, Claire consiguió abrir su propio negocio que funcionaba viento en popa y Amanda prosiguió su vida con normalidad tras unos meses en los que necesitó ayuda para superar aquello. Nunca más volvieron a ver a aquel extraño hombre o lo que fuera, pero desde aquella noche nunca volvieron a descansar del todo tranquilas.

FIN.

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