El lago maldito de Can Bogunyà.

En las afueras de Terrassa, cerca del conocido hasta hace bien poco como Hospital del Tórax, lugar de referencia para investigadores de la paranormal y ahora convertido en el Parque Audiovisual de Catalunya, se encuentra un pequeño lago conocido familiarmente como el "Llac Petit" (Lago Pequeño). Un lugar frecuentado por familias las mañanas de fines de semana para salir de picnic y pasear disfrutando de la naturaleza. Pero lo que realmente hace conocido a este pequeño lago es su maldita historia plagada de muerte.


El lago de unos 10.000 m3 fue construido entre 1.875 y 1.910 por el propietario de la masía de Can Bogunyà, que también acabaría dando nombre al lago. Muy posiblemente el motivo de su construcción fue debido a la necesidad de abastecerse de agua para regar los campos que rodeaban la masía. Pero hay quién asegura que el lago conecta Terrassa con Sabadell, ciudades vecinas del Vallés Occidental, por extraños motivos. Cuando los campos se secaron y se dejaron de trabajar, el lago dejó de prestar servicio y quedó abandonado. Se desconoce con exactitud el número de muertes producidas en el lago y sus alrededores, aunque la mayoría de las conocidas han sido extrañas y traumáticas. La primera muerte registrada data de 1.925 cuando un hombre de 27 años fue encontrado ahogado en el lago. Desde entonces han habido numerosas muertes que tuvieron su punto más álgido entre los 80 y 90, no necesariamente causada por ahogamientos si no también por accidentes como caídas por barrancos cercanos, suicidios y asesinatos. Y es que el lago de Can Bogunyà y sus alrededores han sido testigos de como mucha gente elegía ese lugar para quitarse la vida, así como muchos criminales lo escogían para saldar sus cuentas. La policía tiene registrados varios casos de personas encontradas atadas de pies y manos y ejecutados en el bosque, atados a los árboles o lanzados al lago embueltos en plásticos. Se rumorea que diferentes bandas criminales utilizan el lago y el bosque que lo envuelve para deshacerse de vehículos robados y/o utilizados en robos, ya que no es extraño descubrir esos vehículos entre la maleza en el fondo del lago.


Corre cierta leyenda que asegura que quién se baña en sus aguas muere ahogado. De hecho esas leyendas se mezclan con experiencias de personas que aseguran haber sentido presencias, visto sombras y haber escuchado voces y lamentos que provienen del mismo. Algunos investigadores de los paranormal han registrado extrañas psicofonias. Diferentes sectas o grupos espirituales utilizan Can Bogunyà para realizar rituales de todo tipo, aprovechando el magnetismo particular que parece tener este lugar.

Can Bogunyá es un lugar precioso a la par que peligroso, sobretodo en horas nocturnas ya que se cree que algunas bandas criminales acuden al lugar para cerrar también negocios turbios. El lugar tiene algunos peligrosos barrancos que pueden jugar una muy mala pasada a cualquiera. Sus aguas pueden llegar a ser traicioneras debido a la basura que pueda haberse acumulado en el fondo así como las algas. Todo ello sumado a su a cercanía con el antiguo Hospital del Tórax (no falto de extrañas y aterradoras experiencias) no hace más que agrandar la historia negra del lago maldito de Can Bogunyà.

 

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