Las muñecas poseídas.

El mundo del misterio en ocasiones es muy caprichoso y no solo se manifiesta en lugares con un magnetismo extraño, casas encantadas, juegos peligrosos que abren puertas al otro lado, posesiones demoníacas, espejos capaces de arrebatarte la vida o contactos con seres de otros mundos. También se manifiesta en objetos a veces tan entrañables y aparentemente tan inofensivos como típicas muñecas de trapo o porcelana. Esta vez te invito a seguirme en este repaso a lo que son esas muñecas que han pasado a la historia como Muñecas Malditas, unas muñecas peligrosas y que no solo traen mala suerte a quienes las tienen en casa, si no que también pueden llegar a producir la muerte. Haciendo un recuento de numerosos casos me centraré en tres que sin duda jamás querrías tener en tu vida. ¿Te atreves?

ANNABELLE:

Esta es posiblemente en la actualidad la muñeca poseída más conocida ya que el cine la mostró al gran público no hace tanto. También es una de las más peligrosas. Su historia empieza en una tienda de antigüedades donde una buena madre la encuentra a la venta. El modelo de muñeca es en Estados Unidos muy conocido ya que su figura se hizo famosa gracias a una saga literaria de principios del 1900, que posteriormente fue comercializada por una empresa de muñecas que vendió millones. La madre al verla le recordó a su infancia y supo que a su hija Donna le gustaría tenerla en su piso de estudiante. La hija era una estudiante de enfermería y compartía piso con su novio y una compañera.

La muñeca fue colocada por Donna en su habitación a modo de decoración. No tardaron mucho en empezar a escuchar ruidos raros por la noche, así como mensajes extraños escritos como: "Ayúdanos", "¿Me echas de menos?" O "Salva a Lou" (Lou era la pareja de Donna). Pensando que solo era una broma de alguno de los estudiantes de ese edificio decidieron no hacer demasiado caso, hasta que la muñeca empezó a aparecer en lugares donde nadie la había puesto como en mitad del pasillo, salón u otras habitaciones. Debido a ello deciden pedir ayuda a una médium que les ayudara a saber que estaba pasando. La médium les aseguró que dentro de esa muñeca vivía el espíritu de una niña llamada Annabelle, que murió hace mucho tiempo y que solo quería que la dejasen quedar con ellas como una niña más. La triste historia que les contó la médium sobre esa niña les enterneció y aceptaron quedarse con la muñeca. De los tres el único que no vio clara la situación fue el novio de Donna, que terminó cogiéndole manía a la muñeca. A raíz de la visita de la médium los fenómenos se multiplicaron, siendo en ocasiones difíciles de sobrellevar por lo amenazantes y agresivos que suponían. Una noche el novio de Donna se despertó de una pesadilla donde alguien intentaba estrangularle en la cama, al despertar la muñeca Annabelle estaba a los pies de su cama. En alguna ocasión intentaron deshacerse de ella tirándola a la basura de la calle, pero sin saber como al rato volvía a casa. Fue entonces cuando decidieron buscar ayuda en un sacerdote que al oír el caso lo decidió poner en manos del célebre matrimonio Warren, conocidos por haber investigado centenares de casos insólitos que a su vez aceptaron visitar a los chicos y examinar la muñeca. Una vez examinada los Warren concluyeron que no existía esa supuesta niña llamada Annbelle y que lo que en realidad habitaba la muñeca era un espíritu demoníaco que aspira a poseer el alma de Donna. Para evitar males mayores los Warren decidieron llevarse la muñeca a su casa para así guardarla de forma segura, no sin antes sufrir algún caso extraño provocado por Annabelle. De hecho aquellos que ya habían examinado la muñeca habían sufrido accidentes de tráfico de vuelta. Los Warren relataron como de camino a su casa el motor de su coche se detuvo en varias ocasionas y que incluso la muñeca se movió en la parte trasera del mismo. Aseguraron que para evitar accidentes tomaron carreteras secundarias de vuelta.

Hoy en día esta peligrosa muñeca está encerrada en una vitrina en el museo del misterio que los Warren montaron en su casa, siendo su vitrina bendecida periódicamente y protegida por algún amuleto para evitar que Annabelle salga por si misma, ya que tenía por costumbre escaparse y campar a sus anchas por la casa. Quien decida visitarla debe saber que no debe tocar el cristal que la separa, ni reírse ni hablar mal de ella, pues tiene la costumbre de cebarse con quienes les cae mal, como hizo con una pareja que no cumplió las normas e incluso abrió su vitrina. De vuelta a casa sufrieron un mortal accidente de moto.


ROBERT:

La historia de Robert se desarrolla en el seno de una familia pudiente a principios del 1900. El hijo pequeño del matrimonio pasa mucho tiempo al cuidado de una de las sirvientas de la familia de origen haitiano. Es tal el cariño que procesa el niño a la sirvienta que casi la ve como una madre más. Pero ese no fue el motivo por el que sus padre decidieron despedirla y apartarla del pequeño Robert. En varias ocasiones la vieron realizando ritos extraños en presencia de su hijo y aquello les hizo tomar la decisión. Justo antes de marcharse la sirvienta hizo un regalo a Robert, un muñeco a tamaño real que tenía ciertos rasgos suyos. Rápidamente el muñeco se convirtió en inseparable de Robert, que incluso pidió cambiarse el nombre porque quería darle el suyo al muñeco. Pero pasado un tiempo las cosas empezaron a torcerse. El muñeco según el niño tenía vida y cometía diversas travesuras por las que luego culpaban al niño. Los padres incluso llegaron a escuchar como de dentro de la habitación del niño surgían dos voces, la de su hijo y otra desconocida, pero que al entrar solo estaba el niño con su muñeco. Los vecinos llegaron a explicar a los padres que a altas horas de la noche, cuando todos dormían, un niño corría por la casa subiendo y bajando de piso y entrando en habitaciones. Aquello sorprendió a los padres que no se explicaban quién podría ser ese niño. Robert, el niño, empezó a temer al muñeco ya que sus travesuras cada vez eran más graves además de no dejarle dormir por las noches al avalanzarse sobre el pidiéndole jugar. En cuanto los padres tuvieron claro que el muñeco era el causante de todo, siguieron el consejo de una tía del niño que les decía que para pararlo había que guardar en un lugar olvidado de la casa al muñeco, para que todo se olvidara y cesaran los sucesos. Aquella misma noche la tía moriría y los padres volverían a bajar de la guardilla al muñeco por miedo a que pudiera sucederles algo malo.

Con el tiempo todo se apaciguaría, el niño crecería y heredaría la casa tras la muerte de sus padres. Al volver a su casa encontró entre diversos trastos y cajas olvidadas al muñeco Robert y lo recuperó para su hija. Al poco tiempo Robert el muñeco volvería a las andadas destruyendo el matrimonio. Tras morir Robert la casa se puso a la venta y la compró otra familia con una niña pequeña. Esa niña encontró a Robert el muñeco y se lo quedó. De nuevo empezó todo hasta que una noche descubrieron a Robert encima de la cara de la pequeña que intentaba liberarse del muñeco. Ante ese suceso entregaron a Robert a un museo de objetos encantados donde hoy se puede visitar a Robert, que se encuentra encerrado en una urna desde en la que ocasiones intenta llamar la atención de alguien para que juegue con él.


CLAIRE:

La muñeca Claire fue un regalo a una niña de 8 años por parte de su amable vecina, una anciana simpática y cariñosa que al regalarle la muñeca a la niña le dijo que le había tenido mucho cariño y que quería que ella la tuviera. Claire es la típica muñeca de porcelana vestida con un vestido también típico de esas muñecas. Desde el primer momento Claire no fue del agrado de la niña que decidió sentarla en una mecedora que tenía en su habitación y olvidarse de ella. Un día mientras la niña leía un libro un pequeño carrusel de juguete se puso en funcionamento, aquello alertó a la niña. Alguna noche se despertaba asegurando que alguien corría alrededor de su cama o que por la mañana encontraba sus juguetes fuera de sitio como si alguien hubiera jugado con ellos. Poco a poco la niña iba cogiendo más miedo a Claire y sus padres, pensando que eran cosas de niños, simplemente la tranquilizaban esperando que pasara esa etapa. Un día la niña entró en su cuarto y vio como el armario donde guardaba juguetes estaba abierto y varios juguetes funcionando. Al lado la mecedora donde reposaba Claire se movía con la muñeca moviendo los pies de un lado a otro. De repente todo se detuvo incluido la mecedora, los pies de Claire dejaron de moverse y su cabeza giró hasta quedarse mirando a la niña. Tras aquello a la niña le entró un ataque de pánico por el que tuvo que ser hospitalizada.

Los padres decidieron preguntar a su vecina por Claire y entonces la vecina se sinceró. Aseguró que aquella muñeca apareció un día en un armario de su casa hacía años y desde entonces ella la había odiado porque pasaban cosas extrañas. Por lo visto la casa fue construida donde antes hubo una vía de tren y donde en ese punto hubo un accidente ferroviario que se llevó la vida de 38. De hecho la anciana vecina sospechaba que dentro de la muñeca residía el espíritu de una de las víctimas del accidente. Sea como fuera la muñeca generaba situaciones extrañas en su casa hasta el día en que encontró en un cajón del baño unos dientes de oro. Actualmente se desconoce el paradero de Claire, por si a caso si te regalan una muñeca antigua similar no la aceptes, puede ser Claire.


Hasta aquí un ejemplo de tres muñec@s maldit@s que atormentaron la vida de sus dueños. Anda con cuidado si alguien decide regalarte un o una muñeca antigua o especialmente hecha para ti, después posiblemente sea muy complicado sacarla de tu vida.

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