¿Correr bajo la lluvia moja más o menos? Dilemas para cortocircuitar la mente.

Charlando un día surgió este dilema: ¿te mojas más o menos cuando estás caminando o corriendo? Un dilema de esos que surgen cuando tú mente empieza a divagar y cuando estas más "pallá" que "pacá" cansado por un día duro de trabajo. Aquel dilema planteado reconozco que en primer momento me pareció claro de resolver y quedar entonces como un crack en esto de los dilemas de la vida, pero realmente fueron solo unos segundos de pura ilusión. Mi mente empezó a cortocircuitar en el momento que inicié mi exposición y solo tenía clara una cosa, que la lluvia moja. En esa charla no conseguimos resolver nada, solo conseguimos quedarnos con más dudas ya que a cada planteamiento o ejemplo que nos dábamos, más dudas se nos generaba en nuestros humildes cerebritos, por lo que nos emplazamos a descubrir por nuestra parte la respuesta y entonces escribir esta entrada. Fue buscando por Internet donde encontré una serie de explicaciones con las que comprendí mejor la solución a ese dilema, para algunos aparentemente estúpido hasta que intentan poner en funcionamiento toda la materia gris disponible en ese momento.



Normalmente cuando empieza a llover y te sorprende en la calle piensas: "correré para no mojarme más". Pero ¿alguna vez te has planteado si realmente te has mojado menos que caminando? Aunque corras más que nunca seguro que llegas a casa o donde sea más mojad@ que Bob Esponja y de hecho eso tiene una explicación. Partiendo desde la suposición de que llueve sin rachas de viento laterales, si te encuentras caminando bajo la lluvia la parte que más se moja es la cabeza al caer verticalmente las gotas de agua. Es cierto que poco a poco te mojas el cuerpo al escurrirse el agua desde la cabeza, pero en principio en un periodo de tiempo corto solo te mojas la cabeza y podríamos decir que los hombros. Si por contra decidimos salir corriendo no nos mojaremos menos pero tampoco más. Imagina que estas parad@ en una baldosa, todas las gotas que caigan sobre esa baldosa serán las que te mojen, si te cambias a otra baldosa las de la anterior no te mojarán pero si lo harán las de la actual y así baldosa a baldosa. Si empiezas a correr lo que consigues es que el cuerpo recorra más baldosas en menos tiempo pero mojándote igual con el agua que cae en cada baldosa, ya que la lluvia es constante en general en cada baldosa sin haber una en la que llueva menos o nada.

(Cuando llueve, ¿es mejor caminar o correr? - YouTube.
Breve explicación para entenderlo aún mejor)

Por tanto si en algún momento habías pensado que corriendo te librabas de mojarte más que caminando, te equivocas. Hagas lo que hagas te mojarás igual a no ser que hayas sido previsor/a y hayas salido de casa con paraguas.


Comentarios

  1. jajaja buena explicación, ahora ya sabemos que no hay que correr si te pilla la lluvia sin paraguas.
    Un saludo!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Si quieres comentar, adelante, pero siempre con respeto. ¡Gracias!