Conoce la dermatitis. Molesta y emocionalmente incómoda.

Cada año que pasa los índices de personas aquejadas de dermatitis aumenta. La Dermatitis es una afección de la piel que se presenta como una inflamación de la misma, ya sea localizada en un punto del cuerpo o generalizada. La dermatitis puede desarrollarse de diferentes formas como la simple con erupciones cutáneas, atópica con eccemas de diferentes grados dependiendo de la afección, de contacto como por ejemplo el roce con la piel o también puede presentarse en forma de dermatitis seborreica o herpetiforme.

Hoy quiero escribir sobre la dermatitis porqué conozco personalmente la dermatitis atópica y se que cuando la cosa se "descontrola" es difícil de sobrellevar, incluso puede llegar a afectar a tú día a día y a tú confianza. Con esta entrada no pretendo dar consejos médicos, ya que no lo soy, pero si difundir lo que es y que representa la dermatitis.



¿La dermatitis es una enfermedad? Si, lo es y junto con las alergias es muy posible que se convierta en la enfermedad del siglo XXI por lo rápido que asciende el % de personas con cualquier tipo de esta afección cada año.

¿La dermatitis tiene cura? No tiene cura pero si puede ser tratada para tener controlados los síntomas cuando se den.

¿La dermatitis es contagiosa? No, al igual que la alergia la dermatitis en cualquiera de sus formas no es contagiosa. 

¿La dermatitis se transmite a los hijos? Hay más posibilidades de que si al menos uno de los dos progenitores sufre de algún tipo de dermatitis, esta sea heredada.

¿La dermatitis y la psoriasis es lo mismo? No, aunque los síntomas pueden parecer similares y mucha gente las confunde fácilmente no es lo mismo. Mientras que la dermatitis es una inflamación de la piel la psoriasis, que también es una enfermedad, genera una fabricación masiva de células de la piel que terminan por amontonarse, salir al exterior y generar un aspecto de eccema severo de piel seca, escamosa, enrojecida y que pica mucho.

¿A quién afecta la dermatitis? Lo más común es que se presente en los primeros años de vida y que durante la infancia desaparezca, aunque también puede darse el caso de que se convierta en algo crónico que deba, por tanto, ser tratado correctamente para mantenerlo a raya. Puede ser que tras desaparecer en la infancia vuelva a manifestarse en edad adulta o no. También se da la posibilidad de que una persona que no haya nacido con síntomas de dermatitis en cualquier edad pueda manifestársele.

¿Cuáles son los síntomas? Depende del tipo de dermatitis que afecte a cada persona los síntomas pueden pasar de simples rojeces en la piel que pican conocidos como eccemas y que son comunes por ejemplo en los pliegues de brazos y piernas, hasta erupciones graves cutáneas de aspecto infectado con secreciones y costras. En las dermatitis de contacto esas rojeces aparecen tras el roce por ejemplo con alguna planta o directamente tras rascarnos o rozar con algo que produce una inflamación cutánea de la zona.

¿La vida que llevamos hoy en día favorece la dermatitis? Lo que está claro es que no ayuda demasiado. Al igual que la alergia todo lo que tenga que ver con los cambios climáticos, polución de las ciudades, los productos químicos en alimentos o jabones, el tabaco o la excesiva higiene, aunque esto último suene raro, puede favorecer que una persona sufra en algún momento desde una alergia a brotes de dermatitis. Una vida estresante tampoco ayuda, ya que está comprobada la relación entre el estrés y brotes de dermatitis en muchas personas.

¿La dermatitis es un síntoma de alergia? No necesariamente, aunque en ocasiones una alergia por ejemplo a un alimento puede provocar eccemas, rojeces o inflamaciones. Aún con eso la dermatitis es una inflamación de la piel provocada por la falta de una proteína que genera nuestra piel y que nos protege de agentes externos, de ahí síntomas de dermatitis como la piel seca y la necesidad de hidratarse para reforzar el buen estado de la piel.

Estas son algunas preguntas que posiblemente te hayas hecho en algún momento al respecto de la dermatitis o que puedas llegar a hacerte. Lógicamente no hay mejor consejo entre amigos que si sufres algún síntoma de dermatitis, acudas a un/a dermatólogo/a que pueda diagnosticarte correctamente y ayudarte.

En el caso que yo conozco, que es el de dermatitis atópica, se que cuando pierdes el control la piel se enrojece en el mejor de los casos en unos puntos localizados y en el peor en diversas zonas del cuerpo, formándose eccemas molestos que pican y que son capaces de minar la confianza y seguridad en uno mismo. El picor incita a rascar y eso deriva en escozor o heridas que agraban los síntomas  además de generar otras molestias incómodas. Las noches pueden ser difíciles ya que al no controlarte te rascas más y con más intensidad provocando a parte de estropicios en la piel también insomnio. El hecho de que por las noches se multiplique el picor puede ser debido al mismo calor de nuestro cuerpo. Si tenemos dermatitis atópica nuestra piel reacciona al calor con picores en esos puntos donde el eccema acostumbra a reproducirse. Tampoco los nervios son bien recibidos por nuestra piel ya que eleva la temperatura de la misma y, por lo tanto, aumenta el picor en aquellos puntos del cuerpo sensibles. La piel puede presentar en algunos puntos pequeñas ampollas que al reventar escuecen y pican provocando malestar. También se pueden dar casos de excesiva sequedad en la piel. Esa sequedad lleva a que la misma piel al deshidratarse por un descenso del PH, se agriete severamente hasta el punto de generar heridas y otros eccemas molestos.

Los hábitos a llevar a cabo para mejorar los síntomas hasta minimizarlos son sencillos pero requieren de constancia. Siempre dependiendo de los consejos del/la dermatólogo/a en cada caso se debe hidratar diariamente la piel. Depende quién necesita un tipo de crema hidratante más eficaz como por ejemplo con mayor porcentaje de urea con la que hidratar correctamente una parte de la piel excesivamente seca. Controlar las duchas es también algo a tener en cuenta. El agua en si no hace daño a la piel, aunque los niveles de productos químicos como el cloro no ayudan, pero lo que en realidad provoca reacciones son las duchas con agua excesivamente caliente. Lo correcto sería tomarse una ducha corta con agua templada o fría para evitar que la piel se caliente y provoque una inflamación en la misma. Al secarse se debe hacer sin frotar fuerte la toalla para evitar que la piel reaccione negativamente y se enrojezca. Para tratar los eccemas más complicados lo correcto es que un/a dermatólogo/a aconseje que tipo de tratamiento se requiere para controlar esos eccemas. Estos son algunos hábitos a tener en cuenta para mantener a raya los síntomas de una dermatitis atópica, pero como ya he repetido varias veces es importante que un médico determine que hábitos y tratamientos se deben llevar a cabo, a parte de diagnosticarnos correctamente. En épocas de verano es muy aconsejable que quién sufra de dermatitis o alergia pase temporadas vacacionales o visite con regularidad la costa y sus playas, ya que el ambiente marino y el mismo agua de mar ayuda y mucho a remitir los síntomas ya sean de dermatitis como de alergia. También es muy aconsejable esos ambientes marinos para personas aquejadas de enfermedades pulmonares como asma broquial, etc.

Quienes sufren de dermatitis atópica "solo" tienen que intentar desetresarse, seguir los consejos del especialista a raja tabla y hacerse a la idea de que probablemente esos síntomas les acompañarán siempre. Es difícil en algunos momentos ser constante pero los resultados son rápidos (o relativamente rápidos), buenos y es posible controlarla y tener una vida normal que no esté condicionada emocionalmente por esta enfermedad de la piel.

Con esta entrada espero acercar a quienes no conocen la dermatitis o piensan que esto es solo algo pasajero. Concienciar de que es una enfermedad que más allá de los efectos físicos evidentes en la piel, puede generar un estado anímico muy bajo que llegue a afectar a las rutinas diarias, vida familiar/pareja e incluso laboral. No hay que dejarla de lado, hay que aprender más de ella y reclamar a quienes tienen las herramientas para investigar y fomentar la investigación que lo hagan con más intensidad. Debemos concienciar a la sociedad de cuales son los hábitos que producen esta y otras peligrosas enfermedades que cada vez afectan a más personas y corregir esos hábitos para que todos tengamos un futuro mejor. Una de las enfermedades del siglo XXI no puede ganarnos la partida tan fácil por el simple hecho de no darle la importancia que merece.

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