Carnaval: origen de una fiesta desmadrada.

Fiesta, baile, canticos, risas, locura... esto es el Carnaval. Una fiesta en el que la gente se disfraza de cualquier cosa perdiendo la vergüenza y el sentido del ridículo por unas horas. Edgar Allan Poe situaba una de sus historias en Carnaval, "El Tonel del Amontillado" (1846) es una historia de venganza en una ciudad italiana en plena festividad de Carnaval, donde los excesos y la decadencia de la sociedad hacen aparición en uno de los últimos cuentos del fabuloso escritor estadounidense. Pero ¿hasta donde nos tenemos que remontar para encontrar los orígenes del Carnaval? ¿Cual es el motivo de la fiesta?


Hay indicios de que hace 5.000 años los sumerios ya celebraban algo similar a nuestro Carnaval, también en el antiguo Egipto y durante los años de dominio del Imperio Romano existen pruebas del legado de una festividad que representan los orígenes de nuestro Carnaval. Es justo durante los años del Imperio Romano que sabemos de la festividad de los Saturnales, una fiesta pagana en honor al dios Saturno que se caracterizaba por permitirse todo tipo de excesos durante sus festejos mientras la gente se disfrazaba. Al imponerse como predominante la religión católica durante el periodo de decadencia del Imperio Romano pasó a llamarse Carnaval. Su nombre tiene que ver con un inicio de ayuno de carne justo cuando empieza la cuaresma hasta que llega la celebración de la Semana Santa, tiempo en el que no solo el ayuno de carne se debía respetar si no que también la abstinencia. El Emperador Constantino el Grande se encontró con el problema de decidir que día debía celebrarse el Carnaval, por lo que durante el Concilio de Nicea allá por el 325 d.c., ideó un formula en la que se determinaba que la celebración del Carnaval debía ser el domingo después de la primera luna llena de la primavera. Por este motivo el Carnaval no se celebra el mismo día cada año. Durante el tiempo de celebración del Carnaval estaba prohibido y mal visto por parte de la Iglesia Católica disfrazarse, por lo que quienes querían seguir esa tradición de excesos debían hacerlo fuera de las ciudades, donde muchos aprovechaban para disfrazarse y no ser reconocidos ante el temor de represalias. 

La tradición de celebrar el Carnaval continuó durante siglos, pero fue en la Venecia de la Edad Media que se popularizó la fiesta practicamente tal y como hoy la conocemos. Entonces la gente salía a la calle con máscaras y se mezclaban entre todas las demás sin ser reconocidos. Así pues el Carnaval es una tradición que continúa celebrándose a nivel mundial y que conserva ese espíritu de fiesta y desmadre que caracterizaba al Carnaval desde sus orígenes más remotos.


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