Dybbuk, el espíritu maligno de los Judíos.

Muchas religiones tienen sus propios dioses (o dios) y sus propios demonios. Muchas culturas religiosas hacen mención a esa lucha constante entre el bien y el mal y nos advierten de los peligros que existen en la oscuridad si nos desviamos del sendero de la luz. La religión Judía tiene sus propias costumbres y creencias, como muchas otras, y también tiene su propio espíritu diabólico que vaga entre el límite del mundo de los vivos y el de los muertos esperando poseer a alguna persona para continuar viviendo. Este demonio de la religión Judía es conocido como Dybbuk.


Se conoce de la existencia de escritos que describen a los Dybbuk desde el siglo XVI. Incluso en la Kabbalah se describe de que forma ha de ser exorcizada una persona poseída por un Dybbuk, indicando entre otras la necesidad de que la lectura de ese exorcismo lo lleve a cabo un Rabino experimentado junto a diez personas fuertes, capaces de soportar una experiencia que lleva al límite hasta la persona con más fe y entrega de todas.

¿Pero que es un Dybbuk? Un Dybbuk es descrito en ocasiones como un demonio ancestral, como un alma que perteneció a una persona pecadora e incluso como un alma de una persona a la que le quedaron asuntos pendientes en vida. Se podría decir que las víctimas que busca un Dybbuk son aquellas que viven un momento emocional o psicológicamente difícil. También puede sentirse atraído por personas que estén viviendo una situación similar o igual a la que en vida vivía el Dybbuk, en esta ocasión la intención de esta posesión sería la de tener una segunda oportunidad de resolver aquello que le quedó pendiente. Cualquiera de estas posesiones demoníacas vienen motivadas por la necesidad de tener una segunda oportunidad en el cuerpo de una persona viva.

Pero los Dybbuks también tienen un espíritu contrario que en lugar de hacer el mal poseyendo a la persona hace el bien  a través de una posesión temporal. A estos espíritus o entidades positivas se les llama Ibbur o cómo popularmente se les conoce Misterio de Impregnación. El Ibbur posee a la persona que se siente perdida en la vida y que no logra salir del pozo con la intención de ayudarla a ser más fuerte y superar sus problemas. Justo cuando logra su objetivo abandona el cuerpo. En el judaísmo a ver sido poseído por un Ibbur no es motivo de vergüenza y si de buenaventura, ya que a partir de entonces se es capaz de afrontar la vida de la mejor manera y superar mejor los problemas que pueda presentarsele.

Así pues la única manera de evitar que un Dybbuk aparezca en tú vida es ser lo más positivo y optimista posible, si no quieres ser una de sus víctimas apetecibles.


* Dedico esta entrada a mi mujer Natalia, que encontró y me recomendó esta historia para publicarla.

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