Huelga a la japonesa: ¿Mito o realidad?

Con motivo de las movilizaciones y el paro general convocado para el pasado 8 de marzo, día mundial de la mujer, varias políticas y políticos de este país contrarios a dichas movilizaciones que pretendían visualizar la causa feminista vía paro general de las mujeres, decidieron realizar algunas declaraciones sonrojantes mostrando su opinión opuesta. Como digo muchas de esas opiniones dejaban a quienes las realizaban en mal lugar respecto a los derechos de las mujeres, pero una me llamaba especialmente la atención porque aunque la había escuchado en alguna otra ocasión, no podía creerme el concepto en si ni que mujeres de relevancia política pudieran expresarlas tan alegre y convencidamente. Me estoy refiriendo al concepto de la huelga a la japonesa.


Alguna vez me había planteado ese concepto pero no acababa de entenderlo. En lugar de hacer huelga tradicional ¿se realiza huelga trabajando más?, pero ¿cuanto más? ¡¿El doble?! ¿Entonces una mujer para defender el feminismo por el mundo debía trabajar mucho más o el doble ese día? ¿El doble qué quien? ¿Que el resto de las mujeres o el resto de los hombres? En fin... muy posiblemente este concepto de la huelga a la japonesa expresado días antes de la fecha por políticas de la talla de Cristina Cifuentes o Isabel García Tejerina ambas del Partido Popular, ni tan siquiera lo tuvieran del todo claro ellas o, como mínimo, lo que realmente representaría en cualquier lucha social.

De primeras alguien debería advertir a todos aquellos/as que aún defiendan este concepto que la huelga a la japonesa no existe, solo es un mito o leyenda urbana muy extendida en España y Latinoamérica. De hecho los trabajadores japoneses cuando secundan huelgas lo hacen como nosotros, como cualquier hijo de vecino lo haría en cualquier democracia. No trabajan más como transmite el concepto, de hecho es todo un mito sujeto sobre el cliché por el que se cree que los japoneses anteponen la vida profesional a la personal y, por tanto, deciden hacerse notar trabajando más para hacer subir la producción y conseguir que los precios bajen por aquello de la oferta y la demanda. De esa manera el excedente de producción se tornaría un problema para el empresario o la empresa en si que le costaría horrores colocarla, teniendo que rebajar costes sobre el producto final arriesgándose no solo a vender por debajo del precio original si no que también a perder dinero por lo no vendido.

El concepto en si no se aguanta por ningún lado ya que no es posible trabajar más de una jornada de 8 horas diarias, a no ser que esas horas de más las computes como extras. Pero aún así el empresario puede reclamarte que tú jornada acaba cuando acaba y que más allá de ella te vayas olvidando de cobrar más, que vale... si haces huelga normal no cobras ese día porque estás de huelga y no lo trabajas, pero es que haciéndola a la japonesa te has esforzado por encima de tus posibilidades para producir más por el mismo precio y si, es cierto, los costes de almacenamiento se multiplican en el tiempo al tener un exceso de producción, pero si es un producto con salida presumiblemente lo conseguirán colocar sin problemas adelantando beneficios gracias a ese sobre esfuerzo realizado a modo de protesta. Por lo cual habría que preguntar a estas políticas tan avispadas que luego dieron marcha atrás en sus declaraciones, ¿cual es el beneficio real de esa forma de protestar socialmente para la gente que lucha por sus derechos?

Las reacciones contra ese tipo de declaraciones no se hicieron esperar e incluso, a toro pasado, generan cierto cachondeo sobretodo en la figura de Cristina Cifuentes tras la polémica con su si pero no Master universitario cursado, que como poco genera muchísimas dudas. 

Así pues, si en algún momento habías creído que la huelga a la japonesa existía y habías mirado a los japoneses como gente más que rara, piénsalo bien, no son perfectos como tampoco nosotros ni ninguna otra sociedad, pero tontos no son y si se les convoca a huelga ten por seguro que la secundarán y practicarán como es debido.

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