Las tumbas del Aeropuerto Internacional de Savannah.

En 1932 se inauguró el Aeropuerto de Savannah (Georgia, Estados Unidos), un pequeño aeropuerto municipal con poca afluencia de vuelos que tras estallar la Segunda Guerra Mundial se hizo con su propiedad y gestión el Cuerpo Aéreo del Ejército, que lo convirtió en una base más de las otras que tenía el Ejército desde la que operar en pleno conflicto. Para ello el Ejército necesitaba ampliar el aeropuerto para que fuera plenamente operativo militarmente y, sobretodo, ampliar su pista de aterrizaje. Uno de los terrenos que el Cuerpo Aéreo del Ejército necesitaba para esa ampliación y que prácticamente colindaba con la pista de aterrizaje de aquel pequeño aeropuerto eran los terrenos de la familia Dotson y en ellos, justo unos terrenos que acogían el cementerio en el que reposaban unas 100 persona.

La familia Dotson no puso impedimentos en negociar con el Ejército la venta de sus terrenos, pero una exigencia podía enturbiar las negociaciones en mitad de tan importante proyecto. La familia que estaba dispuesta a negociar la cesión de los terrenos solo a cambio de que el Cuerpo Aéreo del Ejército se responsabilizara del traslado de las tumbas a otro cementerio cercano, se oponía firmemente a que las tumbas de Catherine y Richard Dotson, que eran los familiares y primeros propietarios de aquellos terrenos que fallecieron en 1877 y 1894 respectivamente que fueron además los primeros enterrados en él, fueran movidas de aquel lugar. Para evitar polémicas y eternizarse en las negociaciones el Cuerpo Aéreo del Ejército buscó una alternativa que convenciera a los descendientes de los Dotson. Se propuso no mover esas dos tumbas de su sitio y cuando hicieran pasar la pista de aterrizaje por encima de ellas, el Ejército colocaría un par de lápidas en el sitio exacto donde los cuerpos reposaban que recordarían a Catherine y Richard Dotson y preservaría la voluntad de ellos y de su familia de no ser movidos de su sitio de descanso. Esa propuesta prosperó y obtuvo el visto bueno de la familia.


Tras la Segunda Guerra Mundial el aeropuerto pasó de militar a civil convirtiéndose en el Aeropuerto Internacional de Savannah/Hilton Head, el único aeropuerto del mundo que contiene dos tumbas en su pista de aterrizaje que incluso pueden ser vistas desde Google Maps.


Todo esto solo quedaría en anécdota si no fuera por los comentarios y vivencias de pilotos, tripulación, trabajadores del aeropuerto y demás personas que despegaban y aterrizaban allí y que relatan visiones extrañas justo en aquel punto de la pista de aterrizaje. Muchos aseguran incluso hoy en día ver al aterrizar y al despegar dos figuras de dos personas de pie justo encima de aquellas lápidas inmóviles mirando al frente. Un piloto y una azafata de vuelo que justo bajaban de su avión tras hacer las últimas revisiones después de que pasajeros y resto de tripulación hubieran abandonado ya el aparato, aseguraron cruzarse de frente en la pista de vuelta con un hombre y una mujer ancianos que no respondían a nada y que les miraban fijamente. En unos segundos y tras perderles un instante de vista aquellos ancianos desaparecieron sin dejar rastro, justo donde se aparecieron esos ancianos estaban las dos lápidas del matrimonio Dotson. Trabajadores del aeropuerto que operan a pie de pista también han asegurado haber visto en alguna ocasión las figuras del matrimonio Dotson, como si con ello quiseran recordar a todo aquel que pase por allí que bajo sus pies reposan para la eternidad Catherine y Richard Dotson.

Hoy todo aquel que llega al Aeropuerto Internacional de Savannah/Hilton Head busca la ubicación de las dos lápidas del matrimonio Dotson en aquella larga pista de aterrizaje, por curiosidad y por la suerte de ser testigos del misterio con sus propios ojos. Dos lápidas que esconden dos tumbas testigos de lo que una vez hubo en aquel lugar y que consiguió perdurar pese a los cambios.

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