Justicia sin escrúpulos.

CAPÍTULO 1:

En mi carrera de treinta y cinco años viví misiones de todo tipo, mi implicación y éxitos conseguidos hicieron ganarme una excelente reputación en el servicio secreto. La jubilación era algo que le debía a Marisa, mi mujer, y a mis hijos por esos años que no pude dedicarles completamente. Un día mientras disfrutaba de mi jubilación desayunando en la terraza de mi casa frente al mar sonó mi móvil, era un mensaje de texto de un antiguo amigo de la infancia. Alfonso iba a pasar unos días en la ciudad y me preguntaba si podíamos vernos en el hall del hotel donde iba a estar alojado. Hacía mucho tiempo que no veía a Alfonso y creí que podía ser una oportunidad para ponernos al día y recordar viejas historias.

Al día siguiente me acerqué al hotel y allí estaba Alfonso, me recibió con un caluroso abrazo y me invitó a tomar un café en el bar del mismo. Algo raro había en su comportamiento como si estuviera preocupado. Después de unos minutos de conversación decidí preguntar:
- Alfonso, ¿te sucede algo? ¿a que has venido tu solo hasta aquí?.
- Paco, creo que no he sido del todo sincero contigo. Me alegra verte otra vez, pero hubiera preferido tener este reencuentro en otras circunstancias.
- Alfonso somos como hermanos, puedes contarme lo que te pasa sin problemas.
- He venido hasta aquí yo solo a pedirte ayuda, mi nieto de cinco años desapareció hace un año sin dejar rastro. La policía no encuentra pruebas de como pudo desaparecer. Mi hijo, mi nuera y mi mujer están destrozados... todos lo estamos en la familia.
- ¡¿Como no me lo dijiste antes Alfonso?!
- Bueno... imagino que la lejanía, el tiempo y que todo esto que nos llegó de golpe... influyó... pero ahora vengo para pedirte ayuda. Ya no esperamos encontrar a mi nieto sano y salvo, pero necesitamos saber que sucedió, ya que la policía no avanza en la investigación.
- Pero si ya está en manos de la policía ellos están capacitados para investigar la desaparición de tu nieto. ¿No sé que puedo hacer yo?.
- Paco... se que en tu carrera te has movido entre las cloacas del estado y que esa habilidad te llevó a ser uno de los mejores... he venido a pedirte que investigues por tu cuenta, que hagas servir esos contactos y conocimientos adquiridos para moverte e intentar averiguar algo sobre mi nieto... no me fío ya de la policía.
- ¿Como que no te fías de la policía?
- He estado indagando por mi cuenta y ha habido un repunte de desapariciones de menores en los últimos tres o cuatro años, en la misma ciudad y sin ser resueltos ninguno. Creo que hay algo tras esas desapariciones relacionado con la de mi nieto, pero la policía no me hace caso... Paco... estamos desesperados.
- De acuerdo... intentaré hacer algunas llamadas y buscar la manera de averiguar algo, si me entero de algo te lo haré saber.
- Muchas gracias amigo... se que es pedirte mucho... Pero no sabía ya donde acudir...
Jamás hubiera imaginado esa situación pero Alfonso es como un hermano para mí, así que no puedo negarle la ayuda en un momento tan difícil. Esa misma noche cenando con Marisa le explico mi encuentro con Alfonso y la desaparición de su nieto, pero le oculto que voy a investigar por mi cuenta, Marisa nunca aprobó lo que hacía y como lo hacía cuando estaba en activo, pero no podía dar la espalda a algo así.

A la mañana siguiente cogí mi coche y me dirigí hacia una de las principales comisarias de la capital donde llevan el caso del nieto de Alfonso, allí conozco de los viejos tiempos a un veterano inspector que podría ayudarme, Enrique Marín. La investigación parecía muy avanzada pero no había nada que aportara ni una sola prueba, salvo sospechas de la familia y entorno. Aún así la investigación me sorprendió ya que tenía ciertas lagunas. Revisando el historial de desapariciones en la capital pude certificar que Alfonso tenía razón, pero por algún motivo nadie investigó la relación de esa con las demás desapariciones. Todos eran niños o niñas de entre cinco y diez años, de familias de clase media, bien cuidados, alimentados y sanos. La mayoría de casos se atribuían despistes de los padres que propiciaban la desaparición de los niños, en algunos de esos casos los padres habían perdido de vista a sus hijos tras atender a turistas perdidos, curioso dato que debería haberse investigado a fondo y que no se hizo. Tras tomar una serie de datos de las familias decido hablar con alguna de ellas.

Las entrevistas que pude realizar durante el día fueron duras, los padres pese a que los años pasaron aún estaban muy traumatizados y alguno de ellos aseguraba haber perdido la confianza en la labor de la policía y del responsable último de esas investigaciones, el Comisario Armando Velázquez. Los testimonios de las familias confirmaban eso que me había llamado la atención cuando revisaba expedientes, aseguraban que antes de perder a sus hijos habían ayudado a turistas desorientados que parecían del este de Europa, ese momento fue el último que muchos aseguraban haber visto a sus hijos. En ocasiones esos turistas habían intentado ayudar, supongo que para desviar la atención sobre ellos, pero después les perdían la pista al llegar la policía. Parece que he encontrado un nexo de unión entre las desapariciones de menores en los últimos años, he de identificar y localizar a alguno de esos supuestos turistas ya que a través de ellos creo que podré obtener más pistas. Llamo al inspector Marín para que me haga otro favor confidencial, le pido que revise de nuevo algunos de esos expedientes de desapariciones para saber si hay imágenes de cámaras de seguridad en la zona que pudieran haber captado a esos turistas o a los secuestradores. Se hace tarde por lo que llamo a Marisa, antes de salir de casa le dije que iba a viajar a la capital para apoyar a la familia de Alfonso y que estaría con ellos ayudándoles con trámites legales, pero le seguí escondiendo que estaba en plena investigación. Tras hablar con Marisa me reuno con Alfonso y le pongo al día, él también a ocultado que estoy investigando por mi cuenta para no generar problemas, muy pocas personas conocen a que me dedicaba por lo que también es mejor que siga así, prefiero moverme como un fantasma durante unos días.

Al día siguiente mientras comía en un bar y repasaba notas, recibí la llamada de Marín informándome que existía la grabación de una desaparición de una niña de hace un año y medio, donde se registró a un turista que parecía perdido hablando con los padres. Pido a Marín que me haga llegar alguna imágen de la cara del sospechoso por email, intentaré que algún ex-compañero en el servicio secreto identifique a ese hombre. Pasadas unas horas me encuentro en el zoológico con un ex-compañero agente en activo que pudo ayudarme con la identificación facial, el encuentro lo realizamos en secreto en un lugar concurrido para evitar que la agencia nos descubra. La identidad de ese turista es la de un ciudadano croata, Dario Kovac. Actualmente cumplía condena en una prisión en las afueras por violentos robos a mano armada en joyerías, muevo unos hilos y consigo una entrevista para esa misma tarde en la prisión, tiene que cogerle de improviso ya que he de evitar que su abogado se inmiscuya.

Se abre la puerta de la pequeña sala donde hay una mesa y un gran espejo, sientan a Kovac al otro lado de la mesa y los agentes penitenciarios se retiran:
- ¿Que significa esto? ¿Quién es usted? ¿Donde está mi abogado?.
- Buenas tardes señor Kovac, puede llamarme Agente Doblas (no quería revelar mi identidad por lo que no le dí mi nombre real). He venido aquí para hacerle unas preguntas con respecto a un caso de desaparición de una niña hace año y medio.
- ¿Desaparición, que desaparición? No contestaré nada si no está mi abogado presente, ¡tengo derechos!
- Si, es cierto y la niña que usted colaboró para secuestrar haciéndose pasar por un turista perdido también los tiene.
En ese momento empecé a llenar la mesa de fotos de la niña declaraciones de los padres e imágenes del lugar donde desapareció. Kovac al ver todo se puso nervioso, aún nadie le había acusado ni vinculado con eso y se le notaba muy incómodo y poco colaborador.
- ¡No tuve nada que ver con esto! Y cuando hable con mi abogado le hundirá la carrera ¡maldito hijo de puta!.
- Bien... veo que tendremos que hacerlo a mi manera (empecé a recoger todos los documentos de la mesa). Se que distrajo a los padres de esa niña igual que otros como usted lo hicieron con otros padres, lo que no sé es su grado de implicación en todo este asunto, estoy aquí para descubrirlo. Sepa que si no colabora conmigo tengo unos "amigos" en esta prisión que son aficionados a lo juguetes de placer y que necesitan más para saciar esas ansias acumuladas tras las rejas de prisión. Si no colabora conmigo haré que el próximo juguetito de esos "amigos" sea usted y no por un rato, si no por varias horas durante el día y la noche. ¿Que me dice, colabora?
- ¿Esta loco viejo de los cojones?, le están grabando, usted mismo se acaba de sentenciar.
- ¿Usted cree?, durante mis años de carrera he acumulado muchos favores pendientes que aún no me he cobrado y en esta prisión hay de esa gente. Aquí no hay cámaras ni nadie viéndonos ni escuchándonos, estamos usted y yo... y si quiere pensar en ello... piense que tras esa puerta le pueden esperar esos "amigos" de los que le hablo.
Kovac me soltó una rista de lo que imagino eran insultos en su lengua y escupió en mi cara. Entonces decidí levantarme picar a la puerta y salir, antes de que la puerta se cerrara los agentes penitenciarios dejaron entrar a tres hombres grandes y tatuados encerrándolos en la sala con Kovac. Los gritos eran tremendos, yo estaba viendo tras el espejo como aquellas enormes moles sodomizaban a Kovac en esa misma sala, a la espera que se derrumbara. Y ese momento llegó. Entraron un buen número de agentes que esposaron a las moles y los sacaron de la sala. Me quedé solo con Kovac aún esposado a la mesa, con los pantalones bajados y sangrado por el culo mientras lloraba y llamaba a su madre:
- Bien Kovac, veo que te has hecho íntimo de mis "amigos", me alegro... ellos también de ti y creo que se han quedado con muchas ganas de más, por lo que si sigues en el plan de no colaborar, esta noche a cualquier hora los soltarán en tu celda de aislamiento que también te he reservado. ¿Que te parece?.
Kovac se derrumbó y el feroz ladrón empezó a cantar reconociendo que fue contratado para hacerse pasar por turista y distraer en un lugar y momento concreto a unos padres, que quienes le contrataron eran una mafia Servia y me dio un nombre, el de Olek Mashkov, mientras seguía llorando y jurando que él no tocó a la cría. De momento Kovac estará incomunicado hasta que mis "amigos" terminen de encargarse de él. En este mundo en el que movía cuando estaba en activo a veces hay que hacer cosas... cosas sucias que otros no serían capaces de hacer para atrapar a los malos y en eso fui el mejor.


CAPÍTULO 2:

Mi encuentro con Kovac generó ciertas sospechas entre algunos que me obligó a desaparecer unos días y agotar gran parte de esos favores pendientes, aún así no conseguirán que Kovac diga nada ya que tras dos días en la enfermería 
murió. De hecho la información "oficial" de la prisión fue la de que Kovac se intentó suicidar en un primer momento sin éxito, luego tras dos días recuperándose consiguió cortarse las venas. Un daño colateral necesario para seguir manteniendo mi investigación en secreto y salvar el culo a aquellos que me ayudaron a montar todo aquello. Ahora necesito saber más sobre el nombre que me dio Kovac, he de averiguar quién es Olek Mashkov por lo que contacto con un buen amigo del Ministerio de Interior.

Primera hora de la tarde y estoy reclinado sobre una valla que separa un pequeño lago del parque público donde estoy esperando. Los niños y niñas juegan alegres, corriendo y riendo sin parar mientras algunos de esos padres hablan entre ellos confiados en la seguridad del lugar y el propio control de la situación. No dejo de recordar esos niños perdidos y pensar en éstos padres, mientras me repito lo fácil que puede llegar a ser perder algo tan importante en cuestión de segundos. Alguien me saluda, es mi buen amigo del Ministerio de Interior Roberto De La Torre:
- ¡Paco! Cuanto tiempo amigo. ¿Que tal estas? Me enteré que te habías jubilado.
- Pues si Roberto, muchos años ya de servicio, le debía a Marisa y a mis hijos algo de tiempo.
- Pues te estás tomando una jubilación poco tranquila.
- Ya sabes eso que dicen algunos que de jubilado te aburres mucho.
- Ya ya... bueno, esto lo hago por los años de amistad que nos unen y por el buen servicio que le diste a este país. Olek Mashkov, alias El Oso por su aspecto de animal enorme. De nacionalidad servia es el capo de una de las más peligrosas y activas mafias del este que operan en el sur de Europa. La mayoría de los integrantes de esta mafia son rebotados del conflicto de los balcanes en los 90. Se les atribuyen negocios en la prostitución, drogas, robos, incluso actúan como peligrosos prestamistas entre otras ocupaciones fuera de la ley.
- Menudo pieza. ¿Como es posible que siga en la calle?
- Buena pregunta. La policía de media Europa anda tras él, pero mueve cantidades ingentes de dinero que le permite comprar a los mejores abogados y corromper policías y políticos.
- ¿Sospechan en asuntos internos de algún policía?
- Buff... sospechan de un comisario.
- ¿Armado Velázquez?
- Hay indicios pero el cabrón sabe borrar su rastro delictivo situándose siempre varios pasos por delante de asuntos internos. Un pieza que supo sobrevivir en el cuerpo y posicionarse bien con el tiempo gracias a oscuros apoyos políticos.
- Tendré en cuenta el historial del Comisario, ¿sabes si Olek se dedica ahora a los secuestros?
- Algo raro hay, pero de alguna forma lo está consiguiendo ocultar.
- Gracias Roberto, me has sido de gran ayuda.
- No hay de que, la próxima vez que sea para tomarnos algo y hablar de tu jubilación. Cuídate amigo y ándate con cuidado donde te metes.
Queda claro, Olek "El Oso" anda detrás de esas desapariciones y seguro que el Comisario Velázquez colabora de alguna forma ocultando cosas, eso explicaría las lagunas en las investigaciones. Va siendo hora de saber más sobre el Comisario.

Asuntos internos tiene pinchados los teléfonos del Comisario y no han detectado nada, por lo que decido entrar en su casa y registrarla. No ha sido difícil salvar la alarma antes de entrar. Se nota que Velázquez lleva un tren de vida muy superior al que su sueldo podría permitirle y las fotos le muestran orgulloso con su joven segunda mujer. Una caja fuerte metida dentro de un armario y cuidadosamente escondida es la última oportunidad de encontrar algo que le delate. Consigo sin complicaciones abrir la caja. Dentro un revolver junto con una caja de munición y muchos fajos de billetes. También encuentro una tarjeta de acceso al puerto, la cojo, cierro la caja y me marcho sin haber dejado rastro.

Al día siguiente espero al Comisario dentro de su coche. Al arrancar y ponerse en marcha, encañono a Velázquez desde el asiento de atrás aprovechando un semáforo. Informo al Comisario lo que sé y le muestro la tarjeta de acceso que encontré en su caja de seguridad. Acto seguido le invito a desplazarnos hasta el puerto mientras me cuenta la mierda en la que está metido. A parte de aceptar sobornos de todo tipo, Velázquez ha estado ocultando los movimientos de Olek e interfiriendo en las investigaciones de las desapariciones a cambio de sumas generosas. Por lo visto Olek se dedica a secuestrar críos y hacer con ellos todo tipo de negocios en el mercado negro. Al llegar cerca del puerto le mando detener el coche en lugar seguro, golpeo al comisario dejándole inconsciente, lo ato a un árbol en el borde de la calzada, le cuelgo la tarjeta de acceso, le fotografío con su móvil y dejo dentro del bolsillo de su camisa una cinta de audio con todo lo que me acaba de contar grabado. La imagen la envío desde su móvil a la policía, aún tardarán un rato largo en encontrar al comisario, rato suficiente para colarme en el puerto y encontrar a esos hijos de puta.

Consigo sortear el puesto de control de la entrada, he de moverme con sumo cuidado ya que no quiero ser visto por las cámaras de seguridad. Logro encontrar un lugar donde hay un contenedor de mercancías vigilado por dos torres con cara de perro bien armados. Dentro del contenedor hay luz que se filtra hacia el exterior. He de actuar rápido ya que no creo que falte mucho para que la policía haga presencia en el puerto, pongo el silenciador a mi arma y me dispongo a acabar con todo. Aparezco de entre las sombras y no doy tiempo a los dos de la puerta a reaccionar, disparo mi arma dos veces, dos disparos certeros directos a sus cabezas. Me muevo rápido ya que la caída de esos dos puede haber alarmado a los de dentro. Abro la puerta del contenedor apuntando a un único individuo, va vestido con un delantal largo y blanco manchado de lo que parece sangre. Levanta las manos asustado, esperaba encontrar dentro a Olek por lo que me acerco mientras me quito el pasamontañas e interrogo a ese hombre apuntándole directamente en la cara. Ese pobre infeliz canta todo lo que sabe mientras se mea encima. El desde ese contenedor era el responsable de preparar a los niños dependiendo para lo que los necesitaran. A los que no colocaban a pederastas de medio mundo, los descuartizaban y vendían sus órganos a los mejores postores, era algo asqueroso y terrible. Ese hombre parecía estar limpiando y recogiendo el lugar cuando entré, seguramente llegué muy tarde para evitar lo que hubiera pasado. Miro al hombre que cae al suelo de rodillas suplicando y llorando. Algo dentro de mí toma el control de la situación y dispara directamente a la cara. Todo a quedado salpicado, incluso yo, allí ya no hay nada más que pueda hacer solo huir mientras la policía parece que llega al puesto de control.

Pasados los días ya en casa junto con Marisa estamos escuchando las noticias en televisión, hablan sobre como se ha destapado de forma violenta una trama de secuestros de niños en la que estaba implicado el comisario de la principal comisaría de la ciudad. La hipótesis mantenida es que un posible ajuste de cuentas pudo acabar con esa gente muerta y el comisario traicionado a la policía. Sobre Olek "El Oso" la policía lo detiene gracias a la grabación que dejé con el testimonio de Velázquez. Todo parece haber salido bien, pero no paro de pensar en que no puede todo haber salido bien cuando el nieto de Alfonso y los demás siguen perdidos o están muertos. Pasados los días las noticias anuncian que el juez del caso ha de soltar a Olek por falta de más pruebas. No soporto que la justicia no la haga con ese monstruo.

01:00 de la madrugada, alguien abre la puerta de un dormitorio, es Olek acompañado de una joven rubia. Al encender la luz y cerrar la puerta a parezco por detrás de la puerta, golpeo a la chica dejándola inconsciente en el suelo y a Olek le apunto con el arma directamente al corazón:
- Solo te lo preguntaré una vez, ¿mantienes en tú poder alguno de los niños secuestrados?
- Valiente estúpido, no saldrás vivo de aquí.
- Eso da igual, tú contesta.
- Yo no me quedo a esos niños, no me gustan los niños, me desago de ellos rápido.
- Supongo que si te pregunto por uno de esos niños ni sabrás su nombre ni su aspecto.
- Si no me equivoco fuiste tú quién mataste a quienes veían a esos críos, yo solo soy un hombre de negocios que no me mancho las manos, por eso estoy libre.
Me descubro la cara miro a los ojos de Olek y le respondo:
- Yo siempre me las he manchado.
Disparo a su corazón. Tras unos segundos descuelgo mi móvil y marco:
- ¿Alfonso? Lo siento, no hay forma de saber que fue de tu nieto, pero quienes tuvieron algo que ver ya no lo volverán a hacerlo.
- ... ¿Los has matado?...
- He hecho lo que los hombres buenos como tú, no podrían hacer.
- ... Gracias...

Después de aquello volví junto con Marisa y me prometí no volver a la vida que dejé una vez atrás, ya que pese acabar con los malos no siempre el resultado es el mejor.

FIN.


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